- Desfile en la calle principal de Pitlochry
Ya ha llegado el momento de cerrar esta colección viajera sobre Escocia haciéndo una doble recomendación: la última etapa de nuestro viaje, que nos permitió visitar la pequeña villa de Pitlochry y la Abadía de Dumferline.
Pitlochry (nombre practicamente impronunciable) es un pequeñito pueblo con un gran encanto situado muy cerca de Perth, bajando ya hacia Edimburgo desde nuestra etapa anterior, los montes Cairngorms. Las guías de Escocia recomiendan una visita a esta pequeña ciudad de veraneo, la favorita de la Reina Victoria (S XVIII), quien la describió como «uno de los lugares de veraneo más hermosos de europa«.

Iglesia principal
Además del famoso festival de teatro que se celebra todos los veranos, Pitlochry cuenta con una arquitectura armoniosa, caracterizada por pequeñas y uniformes casas y un par de edificios singulares, como la gran iglesia del pueblo (en la imagen), coquetos restaurantes entremezclados con parques y jardines… y como en toda ciudad de las Highlands que se precie, cuenta con una famosa destilería, la Blair Athol Distillery, que ilustra a los visitantes el proceso de elaboración de la bebida más célebre de Gran Bretaña.

Loch Faskally
Los pinares que rodean Pitlochry y la cercana cumbre de Ben Vrackie son otros puntos destacados de la zona, con el río Tummel y el lago Faskally como punto de partida. Las colinas que circundan la ciudad ofrecen más de 40 kilómetros de senderos señalizados en los que practicar el senderismo. Los más conocidos son el Clunie Walk y el Craigomer walk. No me olvido tampoco de las aguas del Loch Faskally, represadas por una estación hidroeléctrica que cuenta, incluso, con un centro de visitantes desde el que ver subir los salmones adesovar río arriba.